viernes, 7 de marzo de 2014

LA CEGUERA DEL PREJUICIO



¿Que es un Prejuicio?

  Es una opinión preconcebida y generalmente distorsionada, formulada sin considerar los datos con honestidad.

  El prejuicio ciega la razón y va de la mano con la calumnia. Cuando hago un prejuicio, generalmente lo hago desde mi realidad, es decir, juzgo basado en mis pensamientos, mi punto de vista, lo que yo hubiera hecho, etc. olvidando que cada individuo tiene una historia de vida diferente y cada quien reacciona de diferente manera al mismo evento.




  Pero… ¿Por qué se dan los prejuicios?

  Imagina que le voy a presentar a 4 personas una fotografía de un automóvil, ellas nunca han visto uno. A cada una le doy una parte diferente de dicho automóvil. A una le voy a dar la fotografía de la parte de atrás, a otra la parte de enfrente, a la tercera la del lado izquierdo y a la cuarta la del lado derecho. Cuando les pregunte: ¿como es un automóvil? Cada quien me describirá la parte que vio. Si son prejuiciosas, al escuchar la descripción de los otros, los tachará de ignorantes, locos, mentirosos, etc.
 Lo curioso es que cada una va a defender su concepto de automóvil por la experiencia que tuvo. Por lo tanto, tres de esas personas no sabrán que tiene un volante, tres de ellas no sabrán que tiene un motor, tres de ellas no sabrán que se le hecha gasolina, etc. porque su experiencia y lo que conocen esta limitado a la fotografía que se les dio. Lo malo es que toman como un concepto absoluto lo que cada quien conoce, sin estar abiertos a otra posibilidad. Asi es como se hacen los prejuicios.


Prejuicios comunes en los coros.

  Algo común en los coros es juzgar las actitudes de otros coros. “¿Por qué cobra…?”,  “Ese coro no vive lo que canta…”, “Ya se creen mucho solo porque cantan bonito…” y muchos otros que en su mayoría, están fuera de la realidad y carecen de información.


“Al agricultor que trabaja duro le corresponden en primer lugar los frutos de la cosecha. Entiende lo que quiero decirte” (2 Tim 2,6)

  Aquellas personas que hacen prejuicios a los coros o ministerios que cobran, sobre todo a los que viven 100% de la evangelización por medio de la música, no toman en cuenta que se debe pagar luz, agua, gasolina, comprar pañales, comida, ropa, pagarle al del sonido, promoción, instrumentos, cuerdas, mantenimiento de la oficina, al de publicidad,  y una cantidad de cosas que ni nos imaginamos y que nadie se los va a regalar.  Además de que no sabemos que una parte va a la iglesia, a los pobres, ayuda en medicina, alimentos, etc.

“¿Y por qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo, si no eres consciente de la viga que tienes en el tuyo?” (Lc 6,41)

  Por otra parte, quien critica diciendo "este coro no vive lo que canta", no sabe el tipo de lucha espiritual que tiene el o los integrantes de dicho coro. No saben si tienen un problema interior muy fuerte y hace que se comporte de tal o cual manera, no conocen su pasado ni tampoco si no haya la forma de resolverlo, quizá ni siquiera se ha dado cuenta que tiene dicho problema, probablemente igual que tu.




  Si tengo prejuicios y pienso que el otro coro "se cree mucho porque canta bonito", es porque quizá no se que puede ser el reflejo de mi inseguridad y reacciono atacándolo solo para minimizar mi dolor. En otras palabras: ¿Que veo en ti, que me recuerda lo que hay dentro de mi?


 Conlusión.

  El prejuicio es una señal visible de que nuestro corazón está herido. Esas heridas ciegan la realidad y no nos deja ver que hay muchas cosas que no conocemos acerca de un suceso, lo que alguien dice, alguna actitud, etc. y nos limitamos a juzgar solo con lo que yo conozco o con lo que yo he vivido.



  Solo sanando esas heridas por medio del corazón amoroso de Jesús podemos quitarnos el velo y entender las actitudes de los otros sin emitir dicho prejuicio.   Solo aquél que ha sido sanado puede entender al que ahora esta enfermo, porque ya estuvo en ese lugar.


Oración: Señor Jesus, sana mi corazón herido, sediento de amor y aceptación. Limpialo de tanta amargura, enojo y rencor. Envía tu Santo Espíritu sobre mi y lléname de tu amor, rompe toda cadena que me ata al pecado y permite que sea reflejo de este amor que recibo de ti y asi, en vez de emitir juicios y calumnias, tenga compasión de los que me rodean. Por tu preciosísima Sangre. Amen.

Bendiciones.

Charly Santos.

domingo, 1 de diciembre de 2013

¿HUMILDAD? ¿QUE ES ESO? 1a parte


Espiritualidad
“Pues cuando me siento débil, es cuando soy más fuerte” 2 Cor 12, 10


   Para muchos, Humildad puede significar tener pocos recursos económicos, para otros sumisión, dejadez, rendimiento. Esos conceptos son válidos, sin embargo, cuando hablamos de Humildad como una Virtud estamos hablando de un concepto totalmente diferente.
  

  Humildad, como una Virtud, consiste en aceptarnos con nuestras habilidades y nuestros defectos sin vanagloriarnos por ellos … un momento… repetiré esto ultimo… ACEPTARNOS CON NUESTRAS HABILIDADES Y DEFECTOS, (y para rematar) ¡¡SIN VANAGLORIARNOS POR ELLOS!!. 

  Esto es, ser honesto conmigo mismo y buscar dentro de mi, todo aquello en lo que soy débil, llámese enojón, flojo, mal hablado, lujurioso, soberbio, mentiroso, chismoso,  cualquier tipo de adicción como la TV, trabajo, alcohol, pornografía, sexo, Facebook, etc. etc. etc.


  Así mismo, tengo que buscar cuales son mis habilidades, llámese, hábil para hablar, hacer amigos, tocar un instrumento, inteligencia, motivar, jugar algún deporte, dibujar, resolver problemas, escuchar, etc. etc. etc. A todo esto, hay que agregarle los regalos o dones que Dios me ha dado. (Ver Dones)

  

  Siempre es bueno hacer una lista de ambas cosas y tomarse el tiempo para escribirla, no es necesario que en un día la hagas, no es un trabajo escolar para entregar al día siguiente, tomate los días, semanas o meses que necesites para descubrirte. Pero siempre a la luz del Espíritu Santo.



   Quizá estés pensando: ¡¡Ok, Ok..!! Y descubrí mis debilidades y habilidades, y ¿que hago con eso?


  Bueno, al reconocer cual es mi debilidad debo de tomar acciones. Si sé que soy lujurioso, entonces descubrir que es lo que me lleva a caer en eso, quizá descubra que es por ciertos programas de TV, paginas en internet, etc. y deba renunciar a ellos. Si se que soy un chismoso empedernido, quizá descubra que cuando me junto con cierto circulo de amigos es cuando se me suelta la lengua, quiza deba renunciar a ciertas amistades, o cerrar mas la boca, etc.

  Si te das cuenta, esto se resume en tres cosas, 1. Descubrir cual es mi debilidad, 2. ¿Que me lleva a caer en ella? y 3. Hacer una renuncia.

   Ahora, que hacer cuando descubro un Don o una habilidad? Primero es lo primero, dale gracias a Dios, ¿porque? Por el simple hecho de que Él te lo regaló, recuerda... Don = Regalo, y ¿que haces cuando alguien te regala algo? ¡Le agradeces!.

   Segundo punto. ¿Que haces con ese regalo? ¡Pues lo usas!, y si es algo en la que toda la familia puede participar, pues lo compartes, lo pones al servicio de los demás, y todo esto es solo para darle Gloria a Dios. Es decirle a Dios, “estoy tan agradecido por este regalo, que quiero compartirlo con los demás, por que has sido bueno conmigo.”

   Por otra parte, quizá han llegado personas diciéndote, “que bonito cantas y/o tocas”, “que padres temas das”, etc. y no sabemos que contestar. A veces nos minimizamos a nosotros mismos o queremos tomar todo el crédito ¡Cuidado! recuerda que toda la Gloria es para Dios, y eso no significa que debamos hacernos menos, con esa dignidad de siervo obediente que hizo lo que tenia que hacer, puedes contestar a esa persona que, amablemente, se acerca a compartirte su experiencia: “Muchas gracias por su comentario, agradezca a Dios por como se manifestó en usted” o quizá “Muchas gracias, en verdad que Dios hace maravillas”. Es decir, agradecer a esa persona por el comentario e inmediatamente darle el crédito a Dios, que es el que hace todo a través de nosotros. Y recuerda, sin minimizarnos a nosotros mismos.

Pero, ¿que pasa cuando no agradecemos?.... 


Ir a la 2a parte.









¿HUMILDAD? ¿QUE ES ESO? 2a parte


   Pero, ¿que pasa cuando no agradecemos? Es porque en nuestro corazón existe la soberbia, que todo lo contrario a la humildad.
   La soberbia es pretenciosa, interesada, egoísta. Quien tiene soberbia en su corazón se siente auto-suficiente y generalmente hace las cosas por conveniencia.

   Por eso menudo, trata de demostrar que es el mejor, que ese Don o habilidad lo hace estar por encima de los demás, pero cuando descubre que hay alguien mejor, trata de desacreditarlo minimizándolo, “pero no canta tan bonito como yo”, su rostro se desfigura y se le puede ver un notable enojo, es cuando empieza a buscar errores y defectos para burlarse de ellos. ¿Te suena conocido…?

La soberbia habita en los corazones heridos por falta de amor, aceptación y validación. Muchos de estos corazónes han sido maltratados desde niños, humillados y han sido abusados de una u otra manera, por eso hay que orar por estos corazones en vez de juzgarlos. Ojo... eso no quiere decir que permitamos que abusen de nosotros, siempre hay que poner limites, limites sanos.

   ¿Que hacer cuando descubro soberbia en mi?

   Lo primero es… ¡Desenmascararla!, darse cuenta y aceptar que “¡¡si, soy soberbio!!”, “No acepto que me corrijan”, “no me gusta sentirme menos”, “me gusta que me alaben, que me idolatren”, “Critico a los demás porque no se aceptar que son mejores que yo”.

   Así, una vez descubierta ya no tiene armas para atacarme, ahí es cuando entra Dios en acción. ¿Recuerdas la cita bíblica al principio del texto? “pues cuando me siento débil, es cuando soy más fuerte” 2 Cor 12, 10
   Esa fuerza viene de Dios. Reconozco mi debilidad y pido a Dios su fuerza que me levanta, su amor que me limpia y revitaliza. (Puedes hacer el proceso que comentamos en el tema de la tristeza).

   De esta forma, con pleno conocimiento de mis dones y capacidades, así como mis fallas y debilidades, si me doy cuenta que estoy viendo a los demás por debajo de mi, puedo usar el recurso de recordar mis debilidades, de esta manera, regreso al lugar donde pertenezco, AL MISMO NIVEL QUE LOS DEMAS. Por eso Santo Tomás decia: "La humildad significa cierto laudable rebajamiento de sí mismo, por convencimiento interior"

De la misma manera, cuando me empiezo a sentir pequeño e inferior a los demás, puedo recordar los dones que Dios ha puesto en mi, de esta manera, regreso al lugar donde pertenezco, AL MISMO NIVEL QUE LOS DEMAS. Esto… es Humildad.

  En resumen, La humildad es reconocer quien soy, con defectos y virtudes, aceptarme como soy. De esta manera puedo aceptar y comprender a los demás, aceptar halagos por mis logros, sabiendo que es por Dios que puedo hacerlo,asi mismo puedo aceptar correcciones porque sé que me ayudará a ser mejor persona, todo con ayuda de Dios.  
 

Oración.

Padre bueno, gracias por los dones que me has dado, por mis habilidades, dame sabiduría para usarlas lo mejor posible al servicio de los demás, derrama tu Santo Espíritu y muestra mis debilidades, dame la fortaleza para enfrentarlas y aceptarlas. Sana mi corazón herido y dame la gracia de la Humildad, Te bendigo y alabo. Amen.


Bendiciones.

Charly Santos.