Espiritualidad
“Pues cuando me siento débil, es cuando soy
más fuerte” 2 Cor 12, 10
Para muchos,
Humildad puede significar tener pocos recursos económicos, para otros sumisión,
dejadez, rendimiento. Esos conceptos son válidos, sin embargo, cuando hablamos de
Humildad como una Virtud estamos hablando de un concepto totalmente diferente.

Humildad, como una Virtud, consiste en aceptarnos con nuestras habilidades y nuestros defectos sin vanagloriarnos por ellos … un momento… repetiré esto ultimo… ACEPTARNOS CON NUESTRAS HABILIDADES Y DEFECTOS, (y para rematar) ¡¡SIN VANAGLORIARNOS POR ELLOS!!.
Esto es, ser honesto conmigo mismo y buscar dentro de mi, todo aquello en lo que soy débil, llámese enojón, flojo, mal hablado, lujurioso, soberbio, mentiroso, chismoso, cualquier tipo de adicción como la TV, trabajo, alcohol, pornografía, sexo, Facebook, etc. etc. etc.
Siempre es bueno hacer una lista de ambas cosas y tomarse el tiempo para escribirla, no es necesario que en un día la hagas, no es un trabajo escolar para entregar al día siguiente, tomate los días, semanas o meses que necesites para descubrirte. Pero siempre a la luz del Espíritu Santo.
Quizá estés pensando: ¡¡Ok, Ok..!! Y descubrí mis debilidades y habilidades, y ¿que hago con eso?
Bueno, al reconocer cual es mi debilidad debo de tomar acciones. Si sé que soy lujurioso, entonces descubrir que es lo que me lleva a caer en eso, quizá descubra que es por ciertos programas de TV, paginas en internet, etc. y deba renunciar a ellos. Si se que soy un chismoso empedernido, quizá descubra que cuando me junto con cierto circulo de amigos es cuando se me suelta la lengua, quiza deba renunciar a ciertas amistades, o cerrar mas la boca, etc.
Si te das cuenta, esto se resume en tres cosas, 1. Descubrir cual es mi debilidad, 2. ¿Que me lleva a caer en ella? y 3. Hacer una renuncia.
Ahora, que hacer cuando descubro un Don o una habilidad? Primero es lo primero, dale gracias a Dios, ¿porque? Por el simple hecho de que Él te lo regaló, recuerda... Don = Regalo, y ¿que haces cuando alguien te regala algo? ¡Le agradeces!.
Segundo punto. ¿Que haces con ese regalo? ¡Pues lo usas!, y si es algo en la que toda la familia puede participar, pues lo compartes, lo pones al servicio de los demás, y todo esto es solo para darle Gloria a Dios. Es decirle a Dios, “estoy tan agradecido por este regalo, que quiero compartirlo con los demás, por que has sido bueno conmigo.”
Por otra parte, quizá han llegado personas diciéndote, “que bonito cantas y/o tocas”, “que padres temas das”, etc. y no sabemos que contestar. A veces nos minimizamos a nosotros mismos o queremos tomar todo el crédito ¡Cuidado! recuerda que toda la Gloria es para Dios, y eso no significa que debamos hacernos menos, con esa dignidad de siervo obediente que hizo lo que tenia que hacer, puedes contestar a esa persona que, amablemente, se acerca a compartirte su experiencia: “Muchas gracias por su comentario, agradezca a Dios por como se manifestó en usted” o quizá “Muchas gracias, en verdad que Dios hace maravillas”. Es decir, agradecer a esa persona por el comentario e inmediatamente darle el crédito a Dios, que es el que hace todo a través de nosotros. Y recuerda, sin minimizarnos a nosotros mismos.
Ir a la 2a parte.